La Reforma Fiscal de Donald Trump
Tanto desde la palestra pública a manera de candidato a la presidencia, como en el cargo de mandatario de la nación más poderosa del globo, Donald Trump ha manifestado una política que se fundamenta en el recrudecimiento de la violencia simbólica hacia sectores vulnerados como los son los Afros, LGBTIQ, Mujeres y migrantes, entre otras capas de la sociedad en donde pretende depositar la razón de la desigualdad de una población supuestamente originaria.
Son varios los casos en los que el actual presidente Trump ha roto la línea de lo políticamente correcto en el fetiche de la democratización del sistema capitalista globalizado en la etapa neoliberal. En el cual los candidatos aunque piensen y mandanten a partir de idearios de exclusión, se aprovechan y utilizan un discurso cosmético de igualdad y libertad con el fin de generar una aceptación social.
Sin embargo, este no es el caso del actual regente de la economía más poderosa del mundo |1|, debido a que Trump ha basado su popularidad en la fragmentación de la sociedad con el fin de generar una política que parta de la máxima de Carl Schmitt “Amigo-Enemigo”.
El caso de Donald Trump no es atípico en la etapa neoliberal en tanto es posible asemejar este recurso político a otros dirigentes como el expresidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez, el expresidente Alberto Fujimori en Perú, y el actual presidente de Filipinas Rodrigo Duterte.
Esta política de amigo-enemigo conlleva, entre otras repercusiones, a que el aumento de la violencia simbólica se concretice de igual manera en el incremento de la violencia física en la sociedad, que se ha visto evidenciado de múltiples formas en los mandatos de los regímenes antes citados como también en el caso de la actual administración de Estados Unidos a través de los llamados “crímenes de odio” o casos de xenofobia.
“De acuerdo con el FBI, en 2016 hubo más de 6.100 crímenes de odio, lo que supone un incremento con respecto a los 5.800 incidentes de 2015; la cifra representa un incremento de 4,6 por ciento” (TELESUR, 2017)
Son numerosos los casos de estos tipos de violencia -la simbólica y la física- en la era de Donald Trump; sin embargo, la base y el fin del incremento de estos dos tipos de violencia es de igual manera el incremento y recrudecimiento de la violencia estructural que se erige en el aumento de la explotación laboral y de las cargas impositivas a las clases subalternas, y el despojo de los bienes comunes y públicos de la sociedad con el objetivo de la acumulación privada que se constituye en la manifestación pura del sistema capitalista.
La actual reforma tributaria de Donald Trump se cimienta en cerrar el tridente de las violencias que se manifiestan como un todo en la acumulación capitalista como se hace evidente en sus múltiples objetivos dentro de los cuales encontramos: i) Generar hacia adentro del país mayores garantías y ventajas a los grandes capitales mientras se aniquilan los derechos sociales, económicos y culturales y se pretenden desplazar los cargos impositivos desde el gran capital a la sociedad y; ii) En el aspecto internacional el aumento de la puja por la inversión de capital, que conlleva al incremento de las pretensiones de imponer mayores garantías al capital en desmedro de la sociedad.
En este segundo objetivo, el internacional, los países periféricos han evidenciado desde el año 2014 la caída de los precios de las materias primas en las que se ha observado las siguientes características:
La fuga de capitales que se ha manifestado debido a la caída de las tasas de ganancia en los sistemas productivos reprimarizados en las periferias, que se han trasladado hacia las metrópolis económicas y en especial hacia el sistema financiero como refugio seguro de ganancia.
El aumento de la devaluación de las monedas propias con razón al Dólar, lo que implica el aumento -en reflejo- de las deudas estatales adquiridas en esta divisa y por ende la reducción de los presupuestos sociales con el fin de cumplir con el pago de deudas públicas que en algunos casos pueden ser consideradas ilegales, ilegitimas e insostenibles en tanto benefician al 1% de la población que vive de nuestra precariedad.
El aumento sostenido de la inflación que genera un incremento de las mercancías de consumo de la sociedad, acrecentando así la desigualdad en nuestros países.
Estas dinámicas totalmente odiosas se verán recrudecidas por la reforma tributaria en Estados Unidos que acrecentará la fuga de capitales, la devaluación de nuestras monedas y el aumento de la inflación en nuestros países, que como se manifiesta en la noticia del portal TELESUR -la cual reproducimos- puede intensificarse aún más bajo una eventual subida de las tasas de interés que potencializaría estas dinámicas de fuga de capitales y sus posteriores consecuencias.
Es necesario entender estas estrategias imperialistas de acumulación de capital. Esclarecedor es el artículo: Informe sobre las desigualdades mundiales 2018: un diagnóstico indiscutible. Que completa el informe que aquí presentamos y da cuenta del fuerte aumento de las desigualdades mundiales a partir de 1980. Con la aplicación de las políticas neoliberales que exacerbaron y exacerban las desigualdades, favoreciendo los estratos sociales más ricos de la sociedad en detrimento de las clases populares. http://www.cadtm.org/Informe-sobre-las-desigualdades
Estas lecturas y nuestras creaciones colectivas tienen por fin delinear estrategias y posteriores tácticas, desde los pueblos, para la construcción de una sociedad justa, digna y equitativa.
A continuación reproducimos el artículo publicado pro el Portal TELESUR que dio origen a las reflexiones anteriormente esbozadas.
Los ricos de fiesta: Reforma fiscal de Trump entra en vigencia
La polémica enmienda podría cambiar el escenario económico mundial.
Este proyecto es «un intento de hacer de Estados Unidos el campeón mundial de desigualdad extrema», asegura Philip Alston, relator de la ONU.
El congreso de Estados Unidos (EE.UU.) aprobó el pasado miércoles 20 de diciembre el proyecto de ley tributario impulsado por el Partido Republicano de Donald Trump.
Esta reforma fiscal, considerada como el mayor recorte de impuestos para las empresas en los últimos 30 años y que además representa una victoria legislativa para el presidente estadounidense, entró en vigencia este 1 de enero.
¿De qué se trata?
Las modificaciones al sistema tributario reducirán el Impuesto sobre la Renta (ISR) tanto para las empresas como para algunas de las familias más ricas; reduciendo la carga impositiva efectiva para ese sector en 14 puntos (pasando de un 35 a un 21 por ciento).
¿Con qué objetivo?
Estos beneficios tributarios para los más poderosos y para quienes tengan mayores recursos, tienen como fin incentivarlos a invertir más, desviando incluso ingresos de la UE hacia EE.UU. De esta manera, Trump pretende impulsar la economía estadounidense y la creación de empleos.
Es «una nueva e inesperada fuente de amor que hace que las grandes corporaciones puedan regar con bonus a sus trabajadores», dijo Donald Trump sobre la reforma.
¿A través de qué medidas?
Modificando el impuesto corporativo de un 35 por ciento a un 21 por ciento.
Manteniendo los siete tramos impositivos actuales, con un recorte de 39.6 a 37 por ciento a la tasa máxima.
Eliminando el incentivo fiscal a empresas privadas que subsidian el costo del pasaje, estacionamiento y uso de bicicleta de sus empleados.
Para los solteros, las herencias de 11 millones de dólares estarán libres del impuesto a las sucesiones, mientras que para los matrimonios será de 22 millones de dólares.
Reduciendo a 10.000 dólares la deducción de los impuestos locales y estatales.
Limitando la deducción de intereses hipotecarios a préstamos hipotecarios de no más de 750.000 dólares.
Aumentando el crédito fiscal por hijo de 1.000 a 2.000 dólares.
Derogando las penalizaciones para aquellos empleadores que no contraten un seguro médico para sus trabajadores.
Permitiendo la explotación y perforación en una parte del Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico...
Invitando a las multinacionales a repatriar sus beneficios a Estados Unidos.
LAS CONSECUENCIAS
En síntesis, aquellas grandes empresas cuyos ingresos se centran sobre todo en EE.UU. serán las más beneficiadas.
Para Philip Alston, relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la enmienda representa «el aumento más fuerte de las desigualdades que uno se pueda imaginar».
¿Por qué? Según el experto, esta amenaza con «hacer explotar» el sistema de protección social de los más pobres, ya que se enfoca en hacer grandes ahorros y suprimir programas sociales.
«El proyecto de reforma fiscal es esencialmente un intento de hacer de EE.UU. el campeón mundial de desigualdad extrema», asegura Alston.
Asimismo, una publicación del Tax Policy Center (TPC), reconocido think tank de Washington, afirmó que al menos hasta 2027, los beneficios de la ley irán a los bolsillos del 1 por ciento más rico de la sociedad, mientras que los menos favorecidos tendrán reducciones modestas de impuestos.
Según las estimaciones del TPC, el plan de recorte de impuestos aumentará el ingreso disponible del 1 por ciento más rico de la población en algo más de 8 por ciento; el 4 por ciento siguiente más rico, aumentará sus ingresos en cerca del 2 por ciento; mientras el resto de la ciudadanía con dificultad llegará al 1 por ciento; por lo demás, el 20 por ciento más pobre, no percibirá ingresos significativos.
Para América Latina, los pronósticos no son alentadores. Empresarios y analistas citados por el medio Expansión.com afirman que:
Subirá el dólar y bajan las monedas locales.
Habrá una fuga de empresas hacia EE.UU., debido a sus bajas tasas de interés.
EE.UU. ejercerá presión sobre los gobiernos locales para reducir los impuestos de sus empresas.
Notas
|1| Nos referimos así a Estados Unidos aun cuando evidenciamos el aumento de economías como China, pero que para nuestro análisis aun no posee el poder militar, económico-financiero y cultural del imperialismo estadounidense