LA POLÍTICA NO SE REMITE SÓLO A DEPOSITAR UN VOTO
En Colombia se está gestando una nueva conciencia entre los ciudadanos, una conciencia que les indica implícitamente que la democracia representativa a llegado a sus límites de ilegitimidad y que se necesita pasar de un actor social que pasa de ser el actor principal cada cuatro años, a exigir sus derechos cada vez que los ve afectados y a luchar por construir una sociedad mejor.
Muchos nos tildan a los impulsadores del voto en blanco de mafiosos, románticos o conspiradores, nada más acertado. Somos mafiosos dado que para la institucionalidad, el voto en blanco es un crimen, un crimen por pensarnos que el actor social no está sentado en un parlamento suplantando a unos electores que ni conoce, ni representa sus intereses; sino que por el contrario el cambio del país va mas allá del depositar un voto, es la toma de conciencia para indicar que las reivindicaciones para el 99% de los colombianos explotados, oprimidos y despojados no pasan por la deliberación de un parlamento corrupto. En cambio nosotros analizamos los mecanismos objetivos de los acontecimientos, y las pocas reivindicaciones ganadas por el trabajador, campesino y estudiante que han pasado por las demandas exigidas en actos de hecho como son las marchas, protestas, huelgas y piquetes, entre otros.
Nos tildan de románticos, nada más apropiado, ojalá tuvieran esta gran claridad para ver las dinámicas del contexto actual, ¿es ahora un crimen pensarnos una sociedad en la cual cada sujeto se piense en comunidad y no se piense como individuo?, ¿que se disponga en construir una nueva sociedad demandando su inserción en la toma de decisiones?
Nos tildan de conspiradores y también es atinado, conspiramos con los de abajo -trabajadores, campesinos y estudiantes- por un mundo mejor, por dejar esa democracia putrefacta, por mejorar las dinámicas de toma de decisión, por crear un hecho político -el cual sea la derrota de los candidatos tradicionales, que muy poco han hecho por los colombianos-, para crear desde una constituyente hasta el cambio radical del sistema que tanto necesita este país y en sí, el mundo.
Claro que hay avivados que ven este nuevo impulso de toma de conciencia como un negocio, por lo cual nosotros impulsamos el voto en blanco en la casilla prediseñada para el mismo, no como la candidatura del voto en blanco del “señor blanco”, por lo mismo, no se exigirá la reposición de dineros por voto en blanco, ya que este voto se promueve sin reconocimiento de un comité pro voto en blanco de la registraduria, es tan solo el mismo voto en blanco el que conocemos todos.
Se dice que el voto en blanco no incide directamente en las elecciones, que si gana el voto en blanco en el Senado se puede presentar los mismos candidatos, y que en la segunda vuelta, ya no sirve de nada; que el voto en blanco es una herramienta para legitimar el Estado, las elecciones y las fuerzas políticas tradicionales. Claro que nosotros lo entendemos, sabemos las limitaciones del voto en blanco, pero lo que muchos no comprenden es que éste, más que depositar el voto marcado en la casilla “voto en blanco”, es un hecho político que abre el paso para que los sujetos se empoderen de su derecho, dada la ilegitimidad que tendrán las instituciones públicas, en la cuales los colombianos exigirán dirigir sus vidas políticas, económicas y sociales, por medio de la unión de la sociedad.
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